Escrito por David Cavazos
Este artículo contiene spoilers.
Otro episodio más que llega a su fin. Cuando pensábamos que sería un capítulo que rompería la tensión después de un abrumador capítulo tres donde vimos a muchos morir, llega esta capítulo que nos determina el preámbulo para la segunda batalla, la más importante, la batalla por el trono de hierro. Empezamos de manera tranquila pero honorable con el respectivo funeral de todos los caídos en la batalla de Winterfell, donde perdimos a grandes personajes como Jorah, Theon, Lady Mormont, entre otros. Pasamos de un momento triste a un festejo por la victoria, donde sucedieron muchas cosas, como el agradecimiento a Arya por derrotar a Night King. Hubo muchas risas gracias a Thormund con el afán de conquistar a Brienne, para después deprimirse por ver cómo Jaime se la lleva. También vemos el merecido nombramiento de Gendry como Lord por parte de Daenerys, pero esto no le es suficiente cuando sufre el rechazo de Arya al proponerle ser su Lady. Parece que no todo se gana en este capítulo. No podía faltar el arco de Daenerys, quien sigue preocupada por el asunto de Jon Snow, al ser un Targaryen, no puede tolerar que él sea el heredero al trono además que le pide no decirle a nadie. Se nota la tensión pues vemos como nuestro «Rey en el Norte» le es devoto a la madre de dragones, algo que no es del agrado de Arya y Sansa pues están en contra de las estrategias de batalla de Dany. Jon, con miedo, habla con sus hermanos para revelar su origen. Se agradece mucho que este momento se cortara y se dejara al aire, ya sería demasiado repetitivo abordar este revelación por tercera vez en la temporada.
La escena de amor entre Jaime y Brienne quizá fue de los momentos más esperados por los fanáticos, pues Brienne revela que nunca se ha acostado con nadie. Algunos deseaban verla con Thormund, algo gracioso probablemente, pero es digno ver cómo Brienne finalmente abre sus sentimientos ante alguien que estima mucho. De ahí pasamos a la llegada de Bronn para intentar matar a Jaime o a Tyrion con tal de que Cersei le pague. Pero Bronn no era tonto, sabía que Tyrion le ofrecería algo más para convencerlo, así que le ofrece Altojardín. Eso deja a Bronn a la espera de que alguno de los dos le pague. Marca un futuro impredecible para estos personajes. También vemos la emotiva despedida entre Jon, Thormund y Sam, quizás los veamos para el último capítulo pero en un lindo inicio para darle fin a sus historias, además de remarcar las grandes amistades que hizo Jon, no olvidemos a Ghost quien seguía vivo sorpresivamente. Ahora vamos a lo que verdaderamente nos dejó tensos, la emboscada que la tropa dorada de Euron Greyjoy le tendió a la flota de Daenerys matando a su dragon Rheagal de manera devastadora en el proceso. Incluso, su flota se vio afectada (mucho más de lo que ya estaba en la larga noche) y Missandei resultó ser capturada. Esto deja a Daenerys rota, dolida, además de afectar la dinámica que solía tener Varys y Tyrion entre lo que debería ser Daenerys, atacar de lleno King´s Landing sin piedad o cuidar de los súbditos que tanto juraron prometer. Incluso, se sugiere que Jon sea el indicado para gobernar, porque un buen rey es el que no quiere serlo realmente.
Todo llega a salir peor pues Jaime, al enterarse de la emboscada, intentará ir con Cersei, algo que considero un enorme retroceso para su personaje que parecía tener una redención, notamos que es un personaje de tantas malas decisiones. No recuerdo haber visto a Brienne llorar en la serie, y esto le dolió más que cualquier encaje de espada. Esperaba más de Jaime, pero parece que habrá un destino poco alentador para él. Terminamos el capítulo con la muerte de Missandei a manos de La Montaña en este encuentro cara a cara entre Daenerys, Tyrion y Cersei. Un momento tenso que desata la furia de Daenerys y que promete lo que Emilia Clarke estaba asegurando, que el penúltimo episodio de la serie sea mucho más grande en emociones y que nos preparemos para el gran final que los fanáticos merecemos.
LA CUEVA DEL CINE 