Escrito por David Cavazos
Este artículo contiene spoilers.
Vaya capítulo, en serio, vaya capítulo. La verdadera razón por la cual me tardé para hacer la reseña del capítulo fue para ver en Twitter todo el odio que ha estado generando para analizar más a fondo el por qué se argumenta de la decaída de la serie. Esto lo comentaré más adelante. La estructura de este artículo será distinta, en lugar de comentar lo que sucedió cuadro por cuadro del capítulo, dividiré el artículo en tres partes: los aspectos positivos, los aspectos negativos y el por qué se está ganando el odio de los fanáticos. Lo que no cabe duda es que este capítulo será uno de los más polémicos de la serie. Pero no estamos hablando de un mal episodio ni el peor del show, simplemente es un episodio que cumple a pesar de algunas decisiones que los showrunners tomaron. Sin más que decir, comencemos con esta reseña.
El mayor aspecto positivo se lo lleva toda la batalla, la toma de King´s Landing a manos de la Rompedora de Cadenas. Cuando Emilia Clarke comentó que se debe ver en la pantalla más grande posible, no mentía. Se ve impresionante y es tomado a manera de disculpa de los que se quejaron de la fotografía de The Long Night. El director en turno vuelve a ser Miguel Sapochnik, quien vuelve a hacer un trabajo magistral en la gran batalla, haciendo mancuerna una vez más con el fotógrafo Fabian Wagner que brinda desplazamientos de cámara intensos, escenas de vuelos impecables y escenas de luchas mucho mejor manejadas. Es impresionante ver cómo la ciudad cae en escombros y en llamas. Drogon fue clave para la destrucción y ver cómo la fuerzas de Cersei se van debilitando (aunque esto último no es muy convincente). Una que vez que tocaron las campanas para remarcar que las fuerzas de la Reina se han rendido, ver aquel rostro de Daenerys, desconcertada, fuera de la realidad, deseosa de poder, decidida a que esto no había terminado, comienza a incendiar toda la ciudad no importando si el fuego le caía a los civiles o a sus propias tropas. Después de muchos momentos donde pudo darse cuenta, Jon Snow finalmente ve cómo su amada se salió del control.
Es ahí donde Jon Snow vuelve a ser la persona que conocemos, que protege a los suyos e inocentes. Daenerys ya no es la misma, estaba destinada a alejarse de sus ideales porque ya no tiene a nadie en quien confiar. Si tomamos en cuenta la escena de temporadas pasadas donde Dany entra a la casa de los eternos y ve el trono de hierro cubierto de cenizas, donde no puede acercarse a él. Pareciera que no traicionaron su esencia, lo planearon desde el principio, era una cosecha que se estaba sembrando, una pista a la que nunca le pusimos atención. Quizás las quejas de los fanáticos respecto a ella están siendo extremistas. El último aspecto positivo es el enfrentamiento final entre The Hound y The Mountain, emocionante al por mayor, algo que ya esperábamos ver y que es un final digno para ambos personajes. Sobretodo para The Hound quien (de todos los personajes muertos en esta temporada) tuvo la mejor muerte de este octavo bloque, la más memorable hasta ahora. Un final bastante digno para un gran personaje como lo es The Hound.
Vayamos con los graves problemas del capítulo, que son sólo dos, pero son fuertes y los mayores motivos por los que los fanáticos se enojaron. El primer gran fallo del capítulo fueron las muertes de personajes importantes. Lord Varys fue el primero en morir de una manera vacía, muy poco digna para uno de los mejores personajes de la serie. Carece de emoción, carece de intensidad, es decepcionante ver morir a una gran personaje como lo es Varys, de una manera tan poco interesante. Las otras dos muertes que no fueron nada agradables fueron la de los hermanos Lannister. Probablemente, la muerte de estos dos fueron las más decepcionantes, no sólo del capítulo, sino de toda la serie. La crueldad de estos personajes merecía una muerte cruel, una muerte que involucre sangre y no escombros. El ver morir a Cersei en medio del derrumbe no le hace nada de justicia a la que parecía ser la gran villana de la serie, para darnos el plot twist de que la villana es la Madre de Dragones. Un final para estos personajes que son imperdonables para lo que se establecía durante ocho temporadas.
El segundo fallo grande recae en el guion, el cual carga con muchas incongruencias. No culpo el ritmo apresurado, eso no me molesta a mí. Pero hay situaciones que se contradicen a capítulos anteriores. ¿Cómo es que un sólo dragón logró deshacer todos los escorpiones y las flechas no le dieron, cuando en el capítulo anterior le dan a Rheagal con tremenda facilidad? ¿Cómo es que las tropas de Cersei fueron completamente incompetentes sabiendo la amenaza que enfrentaban? Hasta la flota de Euron (¡por fin mataron a ese personaje insoportable!) le hizo un poco de lucha a Drogon. ¿Por qué Arya llegaría a King´s Landing… para no hacer nada? ¿Cómo desperdiciar a un buen personaje? ¿Hasta ahora Jon Snow se da cuenta de que su amada se volvió loca y ambiciosa, después de no hacer casi nada en la temporada? Seguimos cuestionando quién sería el más indicado para el dueño del trono del hierro, eso lo sabremos el próximo domingo.
Ahora bien, ¿Por qué los fanáticos están odiando esta temporada? Tengo una razón sencilla pero dolorosa para varios: el ser un fanático que se la pasa leyendo teorías aumenta una expectativa difícil de alcanzar que se destruye fácilmente al primer giro en la trama. Está sucediendo lo mismo que en el episodio ocho de Star Wars. Cambiaron mucho el panorama de la trama que los fanáticos se olvidaron de lo que es «sorprenderse» y no apegarse a algo establecido por una simple teoría que casi nunca se cumple. Yo, en un plano subjetivo, no soy de leer teorías ni filtraciones, estoy completamente en blanco para que nos sorprendan para bien o para mal. Es frustrante ver el mal trato que se le da a la temporada por parte de los fanáticos, no todo se cumple en esta vida, ya deberían saberlo. Es obvio que la serie ha tenido muchos problemas en el guion, desde la temporada uno las ha tenido, pero el ritmo le beneficia más al ser más dinámico y entretenido. Los fanáticos molestos deberían darse cuenta de que ser obsesivo con las teorías que plantean daña el criterio de la serie, el criterio que se merece, un criterio justo.
A final de cuentas, este quinto capítulo de la temporada final cumple a pesar de sus fallas. Cumple, no al 100%, pero cumple como una batalla intensa, devastadora, emocionante y atrapante. Es una gran antesala a las consecuencias que veremos en el histórico capítulo final, el cual marcará un antes y un después en la televisión. Habría sido perfecto si las muertes de Varys y los Lannister se manejaran de otra forma, una más intensa y decepcionante. No queda más que esperar al gran final, para decirle adiós a este épico mundo de Poniente.
LA CUEVA DEL CINE 