Oppenheimer: Christopher Nolan Convierte la Experiencia Cinematográfica en una Bomba Sensorial.

Escrito por David Cavazos

Oppenheimer

Director: Christopher Nolan

Género: Drama

Duración: 181 minutos

Protagonistas: Cillian Murphy, Emily Blunt, Robert Downey Jr, Florence Pugh, Matt Damon, Jason Clarke, Benny Safdie, Michael Angarano, Josh Hartnett, Rami Malek, Kenneth Branagh, Dane DeHaan, Alden Ehrenreich, Gary Oldman, Alex Wolff, Casey Affleck y Jack Quaid.

Trailer:

Si hay alguien que se pregunta cómo se creó todo este evento bautizado como Barbenheimer, todo dio origen con Christopher Nolan. En el 2020, el director británico estrenó en cines Tenet en plena pandemia y a regañadientes por parte de Warner Bros. El desempeño en la taquilla, como era de esperarse, no fue para nada bueno lo que provocó discusiones internas entre Nolan y el estudio con el que ha trabajado por casi 20 años. Al final, Warner decidió prescindir de sus servicios, provocando que su próximo proyecto, del cual hablaremos en esta ocasión, llegara a manos de Universal Pictures. Como si de una batalla se tratase, Warner programó su carta fuerte del año, Barbie de Greta Gerwig para el 21 de julio de este año, el mismo día que Oppenheimer de Nolan. Es así como nació este evento cinematográfico que empezó como una competencia, pero resultó ser una forma en la que cambia definitivamente el verano cinematográfico. Habiendo mencionado dicho contexto, hablemos de Oppenheimer.

Inspirada en hechos reales y ambientada en la Segunda Guerra Mundial, nos presenta la historia del físico J. Robert Oppenheimer quien comienza a desarrollar el arma que definió todo: la bomba atómica. A través del “Proyecto Manhattan”, Oppenheimer prepara todo para la creación del arma más peligrosa de su tiempo. Pero tal impacto de su poder lleva a Oppenheimer a cuestionarse moralmente las repercusiones de su máxima creación por lo que su historia se convierte en una batalla interna y moral que deberá enfrentar, a pesar de que hay gente cuyos intereses serán sacarlo del camino.

El cine de Christopher Nolan es uno con el que no me he llevado también. De las doce películas que contiene en su filmografía, genuinamente me gustan cuatro (Following, Memento, Dunkirk y Oppenheimer). El resto de su filmografía no me convence en lo absoluto, todavía más con el pésimo sabor de boca que me dejó Tenet en su tiempo de estreno. Nolan siempre ha sido un director que aboga por la experiencia cinematográfica, sacrificando sus guiones enclenques, sobre todo cuando usa el tiempo como una trama y no como herramienta. Es por ello, que mis expectativas con Oppenheimer no era las más bajas, pero sí demasiado reservadas. Con Oppenheimer, quizás estemos ante el mejor trabajo de Christopher Nolan, a pesar de que vuelve a recaer en sus pecados de siempre, aunque esta vez se contuvo más.

Oppenheimer toma a su favor una historia donde no se glorifica a la figura, sino que hablamos de una persona rota que deja el mundo más roto con su creación, donde el mayor enemigo de la humanidad es su propia sociedad e intereses. Nolan deja de enfocarse en el tiempo como concepto y lo usa como una sabia herramienta para darle contraste a sus tres líneas temporales y se dedica a mostrar una pelea entre científicos y políticos, sobre el cómo estos dos tópicos no van de la mano en casi todas las ocasiones.

Cillian Murphy entrega el papel de su vida como J. Robert Oppenheimer, buscando que no nos relacionemos con él, pero que entendamos su mente y su poder. No es hasta sus cuestionamientos morales donde realmente el espectador puede verse inmerso en este dilema entre hacer lo correcto y lo que es necesario para tu país. Sin dimensionar las capacidades de su creación, ni el daño que provocó con Hiroshima y Nagasaki, la película hace un buen trabajo en capturar estos elementos de manera elegante y que no se sienta como una victoria, sino como una decisión que parecía correcta, pero le carcome la culpa y el arrepentimiento. De muchas biopics que hemos tenido, esta es una de las más interesantes. De todos los personajes que ha creado Nolan en su cinematografía, tenía que ser un personaje de la vida real como Oppenheimer el más humano.

Sigue siendo admirable cómo Nolan apuesta por los efectos prácticos, lo cual se agradece después de muchas propuestas deficientes en CGI. Aunque la edición flaquea por un instante, es en el sonido y en la cinematografía de Hoyte Van Hoytema se recompensa el título como la experiencia que se debe vivir en cines. Es un trabajo técnico muy envidiable y mucho mejor trabajado que Tenet. Lo que también será muy comentado es la música de Ludwig Göransson que aprovecha perfectamente el concepto de un thriller y sazona la pesadumbre de una historia cómo esta, enfatizando su trabajo en “Destroyer of Worlds”, siendo uno de los mejores trabajos del compositor.

No hay que olvidarnos del inmenso elenco que posee la película, desafortunadamente no se aprovechan a todos. Así como Murphy se entregó al máximo siendo un actor habitual en el cine de Nolan, Robert Downey Jr. también entrega uno de los mejores trabajos de su carrera en lo que podría ser un gran rol antagónico donde le queda muy bien ser un manipulador cuya arma son las palabras, un poco lo que se asemeja Matt Damon en un trabajo muy sólido. Jason Clarke, Benny Safdie y Josh Hartnett son los que más destacan de un inmenso elenco masculino donde tienen a Jack Quaid, Michael Angarano, Josh Peck, Gary Oldman, Alex Wolff, un desaprovechado Rami Malek, entre otros. Pero con las mujeres sí deja algo que desear, mientras que Emily Blunt logra mucho poder en su actuación, aunque su personaje sea muy limitado, la más afectada es Florence Pugh. Gran parte de la presencia de Pugh en la película, son escenas de desnudos y si bien no es malo dicho contenido en una película que es para adultos, es la película donde más rebajado se ve su trabajo y es lamentable el potencial desperdiciado.

Adicionalmente, siendo la película más larga de Nolan, es también la que más verborrea tiene. Gran parte de su duración son diálogos de exposición físicos o políticos. Nolan todavía no hace uso del “muestra, no cuentes” y sigue sobresaturando al espectador de información que funcionaría mucho más de manera visual. No, la película no es exclusiva para “mentes inteligentes expertos en política y física”, pero sis Nolan quiere que su cine se sienta sin que te lo expliquen, se cautiva más a nivel visual y sonoro. Lo que le ha beneficiado en su guion es el manejo de las tres líneas temporales que la convierten en un thriller envolvente, en especial cuando se trata de la bomba. Literalmente Oppenheimer es una bomba de información en la que es fácil perder el hilo, principalmente en su primera hora. Pero la tercera hora es la compensa todo con diálogos inolvidables para el espectador.

Oppenheimer logra ser otra experiencia cinematográfica otorgada por Christopher Nolan, a pesar de que se vuelve a tropezar con la bomba de información de exposición, la humanidad y crudeza de esta historia logra ser más que suficiente junto con el apartado técnico para ser probablemente el mejor trabajo de su director desde Memento. Actuaciones impecables, una producción cuidada y un dilema mostrado en pantalla de forma elegante, todo esto son los ingredientes perfectos de lo que es una bomba sensorial.

CALIFICACIÓN

Puntuación: 4 de 5.

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